La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Es un mecanismo de defensa, ante situaciones de amenaza. Puede hacer que sudes, te sientas inquieto, tenso y tener palpitaciones. La ansiedad puede ayudar a dar un impulso de energía o ayudar a concentrarse.
En el caso de las personas con trastornos de ansiedad, el miedo no es temporal y puede ser abrumador, los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas.
Para poder sobrellevarlo debemos:
Aprende a cambiar los pensamientos negativos.
Los pensamientos negativos, suelen juntar el miedo de las personas, pensar mucho en algo negativo genera que el sistema de alarma del organismo se active, por eso es fundamental aprender a cambiar dichos pensamientos.
La mecánica del cambio de pensamiento consiste en aprender a identificar los pensamientos negativos que suelen ser automáticos y nada conscientes.
Primero debemos escribirlos, si es posible, en el mismo momento que se producen. Luego se debe escribir los pensamientos razonables y realistas para hacer frente a los pensamientos negativos. Este ejercicio ayuda a nuestra mente a rectificar y a cambiar, fomentando pensamientos más realistas y positivos en nuestra forma habitual de pensar. Lo ideal es leer una y otra vez en voz alta los pensamientos realistas y positivos. Es posible que no creamos en ellos, pero debemos esforzarnos por hablar con convicción, así nuestra mente se acostumbrará a producirlos.
Para luchar contra la ansiedad comencemos por aceptarla.
Cuando el miedo de una persona se dirige hacia la propia ansiedad, se le llama ansiedad secundaria. Esta trata de evitar todo lo que le produce ansiedad como, por ejemplo, en el caso de la fobia social, se evita el contacto con personas, en el caso de los trastornos obsesivos, se evitan los pensamientos negativos, etc.
Por tanto, para superar la ansiedad se requiere una actitud de aceptación, y no luchar contra ella. Es preferible que uno se atreva a sentir la ansiedad, prestándole atención y no juzgando los síntomas de la ansiedad como buenos ni malos, simplemente son sensaciones a las que nos tenemos que volver a acostumbrar.
Auto-cuidarnos
El yoga, las terapias de masaje, los ejercicios o la meditación son actividades que pueden ayudar a mantener la ansiedad a raya. De igual modo, practicar técnicas de relajación durante 30 minutos dos o tres veces al día, puede servir para mitigar los malos efectos de la ansiedad y las tensiones musculares que aparecen como resultado de ella.
Medicamentos
Para tratar los trastornos de ansiedad de mayor rango, se prescriben medicamentos contra la ansiedad y ciertos antidepresivos. Algunos tipos de medicamentos pueden funcionar mejor para tipos específicos de trastornos de ansiedad. Para ello, se debe llevar un tratamiento con un profesional de la salud el cual indicará cual es el mejor medicamento recomendado.
Si en caso presentes alguno caso de ansiedad, te invitamos a contactarnos mediante nuestra línea Aló Mujer al 924 495 414, donde te ofrecemos orientación psicológica por medios virtuales.