Las relaciones tóxicas son relaciones en las que la pareja es incapaz de impedir hacerse daño. Los signos que deben alertar de que se está en una relación tóxica con frecuencia son indirectos y subjetivos, lo que dificulta que las víctimas se alejen de la relación antes de que sea demasiado tarde. A continuación, te damos diez indicios para que puedas darte cuenta si estas en una relación toxica.
- No puedes ser tú misma. Lo más importante en una relación sana es que puedes ser tú misma. Si la relación está llena de reproches y críticas sobre cómo piensas o cómo actúas, tendrían que empezar a saltar las alarmas. Lo normal es sentir admiración por el otro, animarle en lo que hace y felicitarle por sus logros; no minimizar los éxitos y señalar continuamente lo que se hace mal.
- Estancamiento. Las relaciones sanas siempre apoyan el desarrollo y el bienestar del otro, ayudan a crecer y a expandirse. Si tu pareja te cierra puertas, trata de limitar las actividades que te gustan o las personas con las que te relacionas, y sientes que tu vida está cada vez más limitada ¡Cuidado! Está pensando más en sí mismo que en ti.
- Está bien que la comunicación sea abierta en una pareja y se hable de todo, pero si sientes que tu pareja quiere saber todo de ti, no puedes tener nada privado y quiere saber lo que haces en cada momento, entonces está intentando controlarte, no conocerte mejor. Por supuesto mirar el celular o el correo electrónico o exigir que le enseñes lo que escribes o con quién hablas es signo equivocado de control. El control tiene que ver con la inseguridad y el miedo a perder al otro y suele derivar en enfado si no haces lo que esa otra persona quiere.
- Falta de respeto. Los insultos o menosprecios, tanto en público como en privado, no tienen nada que ver con el amor. Cuando una persona no se siente valiosa, trata de rebajar al otro, a veces inconscientemente, para tener poder sobre ella y sentirse superior. Si cada vez dudas más de ti y de tu valor, en vez de sentirte cada vez mejor, es que estás en una relación tóxica.
- Critica a tus amigos/as e intenta que pases menos tiempo con ellos. Aunque te diga que es para pasar más tiempo juntos, o que es porque son mala gente, si ves que estás perdiendo contactos que para ti son importantes es que la relación te limita.
- Quién tiene razón. Si quiere tener razón siempre y parece que eres tú la que siempre estás equivocada, cuidado es una relación tóxica. Ponte una alarma que suene, cada vez que describa lo que haces con palabras absolutas como «siempre», «nunca», «todo» o «nada».
- Celos. Los celos no tienen nada que ver con el amor, tienen que ver con el miedo. El miedo a perderte provoca querer tener el control sobre tu vida. Aunque a veces nos dé seguridad que la otra persona sienta celos, lo importante en una relación sana es la CONFIANZA.
- En una relación es normal tener discusiones, pero cuando son muy repetitivas o el tono es muy fuerte o violento, eso ya deja de ser normal. En una relación sana se escucha al otro y se muestra interés por lo que piensa y por lo que necesita o está sintiendo. Si no puedes expresar lo que te molesta porque siempre salta con algo que le molesta a él más, si hay gritos o amenazas, si cada conversación se convierte en recordar lo que tú haces mal o si no te sientes escuchada, la relación no es sana.
- Vergüenza. Dejas de contarle a tus amigas lo que te pasa porque te da vergüenza que vuelva a pasar.
- Una relación tóxica es cosa de dos. No olvides que para poder amar de manera sana a alguien primero tienes que amarte a ti misma. Si te has visto involucrada en una relación tóxica es importante que te plantees los motivos para haber vivido esa experiencia. Sólo cuando tú te sientas llena y feliz sola, podrás compartir con otra persona que también está bien sola porque, simplemente, juntos están mejor.
Si en caso necesites más información sobre el tema y/o piensas que estas en una relación toxica y necesitas ayuda, te invitamos a contactarnos mediante nuestra línea Aló Mujer al 924 495 414, donde te ofrecemos orientación psicológica por medios virtuales.
