La tristeza es la emoción que activa el proceso psicológico que nos permite superar pérdidas, desilusiones o fracasos. Nos permite establecer distancia con las situaciones dolorosas para interiorizar y cicatrizar el dolor que nos genera. Asimismo, sentir tristeza nos ayuda a comprender la tristeza de los otros y poder brindar apoyo y consuelo.
La tristeza se da en 3 niveles y en diferentes formas:
- A nivel físico: encontramos llanto, retardo psicomotor, rostro abatido, falta de apetito, problemas de sueño.
- A nivel mental: dificultad para mantener la mente en blanco, problemas de concentración, pensamientos sobre la situación a cada momento.
- A nivel conductual: desmotivación para realizar las tareas cotidianas y actividades sociales.
Cuando nos sentimos tristes, nos alejamos para poder manejar la emoción. Se comienza ideando pensamientos alternos sobre lo ocurrido, esto nos ayuda a poder asimilarlo en nuestra vida e historia personal. Luego, nuestra conducta se reorganiza y así nos adaptamos a la nueva realidad. Por tanto, la tristeza es una emoción útil, aunque dolorosa, ya que es el punto de inicio del proceso de aceptación de una realidad que nos daña.
¿Cómo enfrentamos la tristeza?
Para poder manejar la tristeza primero debemos identificarla, ser conscientes de ella, del cansancio y de la apatía que la acompaña.
Luego, aceptarla. La tristeza no es signo de debilidad. Contrariamente a lo que nos dicta la sociedad, debemos permitirnos estar tristes.
El siguiente paso es buscar soluciones, si es algo que podemos manejar debemos ver la manera de eliminar la situación que nos genera tristeza. Por ejemplo, si estás triste por una discusión con alguien puedes hablar con la persona para resolver el malentendido. Si la tristeza es fruto de una situación que no tiene solución, por ejemplo, la muerte de un ser querido, busca consuelo en aquellas personas de tu entorno que sepan escucharte y comprenderte.
Otra cosa que nos ayudará a superar esta emoción es expresarla. Puedes conversar con alguien o expresarlo artísticamente, como a través de un poema o una pintura.
Finalmente, es necesario que intentes mantener tus actividades diarias en la medida de lo posible. Esto te ayudará a equilibrar tus emociones.
¿Qué nos puede ayudar a aliviar la tristeza?
- El contacto social. Aunque nos cueste mucho, cuando nos sentimos tristes debemos rodearnos de nuestros seres queridos e interactuar con los demás. Su apoyo es fundamental para atenuar este sentimiento.
- Ser conscientes de nuestros pensamientos y actitud negativa e intentar ponerle remedio. Para ello podemos recurrir a la práctica de alguno de nuestros hobbies; o a ejercicios de relajación.
Si necesitas más información sobre la tristeza y sus efectos, te invitamos a contactarnos mediante nuestra línea Aló Mujer al 924 495 414, donde te ofrecemos orientación psicológica por medios virtuales.
Excelente post, de hecho sí, es así como uno lo siente, y no hay mejor manera que hacer las actividades que te gustan para distraerte. Y recurrir a quién te escuché sin pensar que tienes un problema psicológico